La primera casa donde viví estaba orientada hacia el este. Por las mañana el Sol hacia méritos por colarse por todos los rincones. Puede que por eso me haya parecido siempre fundamental esa orientación en las casas donde he vivido. He de reconocer que tengo una pasión desmesurada por la luz. Soy de esos que en las terrazas prefieren la silla torrefactada por el Sol, que esa oculta por la sombrilla. El dedicarme a la espectroscopia óptica podría no ser una casualidad. El espectroscopista se dedica precisamente a mirar la luz. Mirarla para poder seleccionar y cuantificar todas sus propiedades, por ejemplo determinando su longitud de onda (su color o su energía), o analizando su polarización (la dirección de la vibración de la onda de luz).
En los primeros instantes de mi trabajo ya encontré algo que parecía contradictorio. Un espectroscopista, al menos los especializados en el rango óptico, trabaja en laboratorios oscuros. Queremos estudiar la luz, pero solo la que está bajo estudio, no la que se cuela por las ventanas, o la que emiten las lámparas. Los amantes de la luz trabajamos en su ausencia. Puede parecer una condena, pero también existen ciertas coherencias. Hablar de coherencia cuando hablas de luz tiene un significado preciso. La coherencia clásica de la luz, salvando muchas puntualizaciones, podríamos decir que mide la semejanza de la luz estudiada respecto a una onda con una oscilación perfecta o a una onda que oscila erráticamente. La luz de un láser, que es prácticamente monocromática (de un solo color), es altamente coherente. La clasificación cuantitativa de la coherencia de la luz se relaciona con medidas estadísticas de sus propiedades. Precisamente, en 1905 se propuso por primera vez el cuanto de radiación electromagnética, lo que más tarde vino a llamarse fotón. Años más tarde, ese trabajo fue el primer eslabón para describir la luz usando la teoría que rompió en pedazos el determinismo clásico, introduciendo la concepción estadística en lo más profundo de la materia. En la oscuridad del laboratorio muchas veces encendemos otro tipo luz para tratar de imaginar (ver mentalmente) conceptos que muchas veces se nos escapan fácilmente de la intuición. Tratamos de encender la luz que ilumina el pensamiento.
Hablaba de coherencia, y no por casualidad. Como decía, que un amante de la luminosidad permanezca bajo la condena de la oscuridad puede resultar incoherente. Pero, si dejamos entrar a escena esa otra luz de la imaginación, la situación se vuelve más comprensible. María Zambrano se refería al lugar del pensamiento como el lugar de la penumbra. Un lugar con algo de luz para poder “ver”. Un lugar con la oscuridad suficiente para poder “imaginar”.
En las sesiones de medidas experimentales largas, aquellas que requieren una buena cantidad de minutos de espera entre medidas consecutivas, muchas veces nos abandonamos al placer de la conversación. Nos imaginamos muchas veces los procesos y los mecanismos físicos que pueden estar pasando y que se manifiestan bajo la luz de las pantallas cuando la medida se completa. Otras veces nos imaginamos un futuro influido por la luz que estamos estudiando, construido por células solares altamente eficientes, que podrían cambiar el paradigma energético mundial. O por ordenadores que usasen la luz en su interior como elemento de computación, abaratando los consumos y multiplicando sus capacidades de cálculo. O también por nuevos sistemas de diagnostico, prevención o cura en los sistemas de salud basados en la emisión localizada y selectiva de luz en el interior de nuestro organismo. Un conjunto de ilusiones fantásticas en forma de palabras danzando por el laboratorio mientras el ordenador acaba de recoger los datos.
Luz, penumbra, razón y poesía, imaginación, pensamiento y palabras, ¿Por qué esta concepción más generalista de la luz, la visión o la visualización, es el objeto de recientes congresos interdisciplinares?, ¿por qué intuyo que esta mezcla de conceptos es tan importante?. ¿y por qué en esa pregunta precisamente “intuir” es una palabra tan imprescindible?. Intuir, como le pasa también a divisar, son quizá palabras que se relacionan con una luz deficiente, ya sea por poca definición o por lejanía. Pero, ¿no hay precisamente un tesoro oculto bajo esa característica de “baja definición”?.
Imágenes, vista, reflejos, pensamientos, … . Al fin y al cabo, distintas formas de luz. Por eso, cada mañana, antes de salir de casa hacia el laboratorio, siempre desayuno con la ventana bien abierta, orientada hacia el este, dejando que el café y el par de tostadas con mermelada se empapen bien de luz.
6 comentarios
Eva dice:
23 mar 2012
Guillermo, al hilo de tu magnífico texto, he leído en un libro que os recomendaré en mi próximo post: «Si para ver hay que iluminar, entonces no se puede ver sin alterar lo visto con, como mínimo, la colisión de un fotón»… Qué te parece?
Guillermo Muñoz Matutano dice:
23 mar 2012
Si Eva, la verdad es que la concepción de lo que es ver es tan variada como extensa. Por ejemplo, los experimentos de física de alta energía, que aceleran partículas para romperlas en pedazos más pequeños, también se podría entender como una forma de ver. O más bien un proceso para poder «hacerlas salir a la luz». O sea, para poder detectarlas. Todos conceptos que están directamente relacionados con ver. Esto es parecido a lo que dices. Y lo es porque si usas la descripción corpuscular de la luz (fotones), podrias entender la recepción de luz como choques infinitesimales de pequeños paquetes energéticos. Uno de los experimentos que hago en el laboratorio hace precisamente eso: discriminar si la luz que emite un sistema es una luz compuesta por fotones emitidos uno a uno. Es una técnica que se llama interferometría de intensidad que se inventó en la década de los 50, precisamente para medir radios estelares. Otra fuente de luz. Parece que cuando te metes en un tema, no se para de encontrar analogías ¡¡.
Ayer mismo vi un documental de la BBC (Invisible worlds) que hablaban de como la ciencia hacía por ver lo invisible. Un documental de divulgación interesante. En el documental enseñaban nuevas técnicas y tecnologias que nos podían enseñar mucho de ese espectro electromagnético oculto a nuestros ojos. Podríamos decir que la luz, prácticamente toda la luz que existe, todo el espectro electromagnético, es oscuridad para nuestros ojos. Contradictorio, ¿no?. La luz también es oscuridad. O la oscuridad está llena de luz.
Más allá de la dependencia entre objeto y sujeto, está también la cualidad lingüística y cultural. ¿O sea, significa lo mismo «oscuridad» para un europeo que para un asiático?. Hay un libro de Emmanuel Lizcano que habla también de esto (“Metáforas que nos piensan”). En ese libro utiliza una frase genial que cantaba Camarón de La isa, que era algo así como:
«con la luz del cigarro, vi el molino. Se me apago el cigarro. Perdí el camino.» (la escribo de memoria).
La verdad es que, mirando el documental, pensé que quizá a través de los descubrimientos de los últimos siglos de la ciencia, el científico está pasando de estudiar cosas que puede detectar con sus sentidos, a estudiar cosas que quedan al margen de sus sentidos. Eso de hacer visible lo invisible, como me ha enseñado mucha gente relacionada con el arte, es, quizá, uno de los principales objetivos artísticos, precisamente. El arte es quizá la rama más experta en hacer ver lo que no se puede ni nombrar. La poesía es un claro ejemplo. Las palabras en poesía tratan de hacerse visibles, mudando su forma, cambiando su ámbito, su contexto, para que el lector las adivine como palabras y no como hechos, y así trate de, jugando con ellas, encontrar algo de ese invisible. O en este caso, impronunciable.
El arte actual utiliza nuevas tecnologias. «Comparte» (entre muchas comillas) las herramientas que el científico de hoy usa, y también comparte un objetivo principal: hacer visible lo invisible. Sobre todo, como decía en el texto, si traducimos «visible» a «entendible». Asi llegamos a esa aspiración científica de: hacer entendible lo no entendido. Eso que en principio podría parecer tan instrumental como es el hecho de compartir herramientas, hace que se pueda abrir un abanico inmenso de posibilidades.
Eva dice:
26 mar 2012
Hola Guillermo, creo que tienes toda la razón, cuando te metes en un tema no haces más que encontrar no solo analogías sino un montón de temas relacionados. Justo cuando hablas de hacer visible lo invisible pienso en que en el Jardín Botánico (y no es por hacer publicidad ni nada, eh? je, je) ahora acabamos de inaugurar Los Colores Ocultos de la Naturaleza, una expo del Jardín Botánico de Barcelona que habla precisamente de cómo ven el paisaje los insectos y otros invertebrados, cuya visión se mueve en otros márgenes del espectro visual, y muestra fotografías con infrarojos o luz UV. Toda la muestra habla del concepto subjetivo de «ver», para que reflexionemos de que el mundo no es sino la forma en que nuestros sentidos nos dejan percibirlo, ni más ni menos.
Y hablando de luz, me encantó un pequeño ensayo sobre la estética japonesa que me regaló un amigo hace unos años, Elogi de l’Ombra de Junichiro Tanizaki (he buscado el autor en la wikipedia, eh? no quiero que parezca que me acordaba…). Es una delicia leer como describe su relación con la luz, y lo que suponen los avances culturales y tecnológicos (como la llegada de la luz eléctrica) para toda la estética que les envuelve. Por ejemplo, reflexiona sobre los materiales y texturas elegidos para sus muebles y biombos, y cómo a la luz de una bombilla son simples superficies, pero que a la luz de una vela descubren sus tonalidades, sus juegos de color y una infinidad de complejidades escondidas. Otro ejemplo de como solo vemos lo que «nos dejan» ver, ya sean nuestro ojos, nuestro entorno, o el tipo de luz que nos envuelve…
Guillermo Muñoz Matutano dice:
27 mar 2012
Interesante, la verdad. Lo que dices del jardín botánico es precisamente de lo que hablaba el documental de la BBC. Creo que es este:
http://www.bbc.co.uk/programmes/b00rqgh4
No lo he visto, pero en la aventura del saber también hay un documental sobre este tema:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-aventura-del-saber/aventura-del-saber-ruben-duro-viendo-invisible/1291775/
Y respecto a lo que dices de que cambiando la luz que incide sobre los materiales puedes estudiar sus texturas, tonalidades, etc, etc, es, precisamente, muy parecido al trabajo de un espectroscopista. El espectroscopista, mediante el análisis de la luz, puede entender los procesos que suceden en los materiales. La luz, se podría entender, que actúa como vehículo. De hecho no es así, más bien es una interacción entre luz y materia, y a través de esa interacción (electromagnética) se pueden descodificar fenómenos, procesos, etc, etc.
Respecto a lo que decíamos de que la mayor parte de la luz es una luz no observable por los ojos humanos, actualmente está de moda algo que se asemeja mucho a esto: la materia oscura. Es interesante que se llame oscuro. Los muones, por ejemplo, no son detectables por el ojo humano, pero son etiquetados como “luz”, ya que los podemos detectar con otros sistemas artificiales. Podríamos definir dos categorías de oscuridad. La oscuridad del ojo humano, y la oscuridad tecnológica. La primera de ellas, es inmutable (salvo que me corrija un biólogo ¡¡), la segunda se recorta gracias al avance de las posibilidades tecnológicas en detección. Pero ojo, esa oscuridad se recorta de forma estrecha y muy limitada, ya que no vale con que se detecte, sino que debe servir y actuar como link “visual” entre lo oscuro del ojo humano, y lo visible por este mismo. O sea, debe detectar los oscuro y hacerlo visible a nuestros “ojos”. Pongo comillas en esas palabras porque podrían cambiarse por otros ejemplos de nuestros sentidos.
Y de aquí damos un paso más allá. Hay una forma de ver que se asocia precisamente con estudiar lo que no ves. El caso de la materia oscura es un ejemplo, o un agujero negro también. Si estudias cómo se comporta lo detectable a veces debes suponer que existe algo no visible/detectable que debería estar ahí. Supongo que esto es un proceso de “iluminación” común en ciencia. Un proceso que estoy seguro necesita de un sistema muy potente de metaforización (¿existe esta palabra?) y representación. ¿No es el arte el sistema más potente para estos menesteres?.
Guillermo Muñoz Matutano dice:
29 mar 2012
Otro ejemplo de simposio con temática en esta dirección. Usando esa metáfora del choque de particulas de la física de alta energía, pero cambiando las partículas por ideas, y desde el punto de vista del contacto/choque de disciplinas. Creo que no hay link por el momento, pero es una iniciativa relacionada con la universidad RMIT de Australia:
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Colliding Ideas
Art, Society and Physics symposium
July 8 2012 RMIT University
“We live in a society exquisitely dependent on science and technology,in which hardly anyone knows anything about science and technology”
– Carl Sagan
Recent discoveries in physics have changed our lives forever. From iPhones and the internet to medical imaging and genetic engineering, modern technology has largely been developed through advances in particle physics, yet few people understand it. Melbourne is hosting the 36th International Conference on High Energy Physics (ICHEP2012), which may be a pivotal moment in the future of the field of particle physics – the potential announcement of the discovery (or elimination) of the Standard Model Higgs boson, also known as the ‘God Particle’. Taking inspiration from ICHEP2012, the ‘Colliding Ideas’ symposium will address the social and creative parameters of such discoveries.
‘Colliding Ideas’ will explore the worlds of physics and ask what is going on inside, how it relates to our social world, and how it affects us physically and culturally. How do the perspectives of physicists differ and relate to those of artists and visual communicators who use physics-based technologies? A century after the birth of particle physics and ensuing arguments about its interpretability and visualization, the jury is still out. Yet with digital technologies linking the ideas and methods of art and science we may be getting closer to an understanding in ways that can be visually and sonically appreciated by the wider community. And through art / science collaborations, artists can critically engage
with the concepts, methods, possibilites and implications of scientific research.
For further information please contact Chris Henschke
chris.henschke@rmit.edu.au
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Un libro, ¡¡Eureka!! | Blog de piratas de la ciencia dice:
22 abr 2014
[…] juego dual de palabras a mi me suena haberlo oído antes. ¿Compartirá elementos con, por ejemplo, la razón poética de Zambrano? Es más, esa estupenda lectura en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral me parece que […]