Desintegración radioactiva Ink
La frontera de la lógica, la cuna de las contradicciones, es el lugar de favorito asentamiento para la ciencia. No es tan solo el lugar donde nacen las preguntas, también es el lugar donde maduran y mueren las respuestas ante el nacimiento de otras mejores o al menos más útiles en un momento histórico/social determinado.
“Con este nombre se designan los procesos mediante los que un radionucleido alcanza la estabilidad, mediante la emisión de partículas elementales y ondas electromagnéticas dando lugar a la aparición de nuevos nucleidos que, a su vez, pueden ser estables o inestables; dando lugar en este último caso a nuevos procesos de desintegración…” (Manual de Medicina Nuclear para residentes. R. Sopena, J. M. Llamas et al.).
¿Podría ser la ciencia más políticamente incorrecta, matemáticamente inexacta? Descompongámos la definición:
– La desintegración (1/infinito) es un proceso mediante el cual un radionúclido alcanza la estabilidad (la destrucción lleva al orden). (1/infinito= 1 estable)
– En este proceso “destructivo” que lleva a la estabilidad se emiten partículas y ondas, cosas y ruidos, objetos y música. (1/infinito= 1 estable + infinito).
– Este proceso destructivo, con su emisión de objetos musicales da lugar a la aparición de nuevos radionúclidos, es decir, el proceso “destructivo” da lugar a objetos musicales y además a otros átomos (en el sentido filosófico presocrático del término) iguales al originalemente desintegrado. (la destrucción lleva a la creación, a la multiplicación y a la resucitación, dicho de otro modo 1/infinito=1 estable +infinito +1x inestables)
– Estas nuevas moléculas, en caso de ser inestables, repiten este proceso de “desintegración”… (1/infinito=(1 estable +infinito)+ (1 estable + infinito) + …. =(1estable +infinito)infinito .
– En conclusión: 1/infinito = 0 = inifinito. ¿?
Estoy mezclando conceptos matemáticos, físicos y literarios de forma un poco perversa, lo se, pero los propios autores del manual hablan de cómo “la desintegración” es similar a un árbol genealógico con moléculas “padre” e “hijas”.
Ese es el modo en que realmente funciona nuestra mente, más o menos cientifista: interpretando el conocimiento que le llega, traduciéndolo, mediante asociaciones con la vida cotidiana y el mundo “físico” de la cotidaneidad. Impregnando así recíprocamente las teorías científicas y la propia vida de un poso de “verdad”; estableciendo una relación bilateral entre la “experiencia vital” (a nivel individual y como especie, mediante la memoria como proceso cognitivo) y el peso de la argumentación científica como tal (validación empírica externa).
En cualquier caso, sin entrar en nuestro modo particular de interpretar el conocimiento, esta “desintegración del radionúclido” puede ser un ejemplo, como cualquier otro, de la poca “lógica” sobre la que en ocasiones asienta nuestra tan positivista ciencia.
Si cambiásemos radionúclidos por príncipes y princesas y radiación gamma por caballeros y dragones cualquier niño sería capaz de decirnos que no tiene ningún sentido que durante su gesta de “estabilización” el príncipe se autodestruya convirtiéndose en princesa y que de este proceso nazcan príncipes, princesas, caballeros y dragones. Nos diría que las sumas y las restas no salen y que no sabe que es eso de las exponenciales ni de los límites que tienen a… Que simplemente no tiene sentido. ¿O sería precisamente un niño el que no cuestionaría tamaña irracionalidad? Posiblemente depende de si el niño es un futuro Hawking o un Pablo Neruda.
Por tanto, aún asentándose sobre principios (en sentido histórico) lógicos, ¿crece la ciencia positivista sobre una estructura (y regida por unas leyes) lógica que subrayen una aburrida linealidad y limitación de los conocimientos que contiene?.
¿Es necesario argumentar una relación entre ciencia y arte mediante largas cavilaciones o simplemente prestar atención a lo que leemos y hacemos a diario en un laboratorio nos permite ver que la naturaleza sólo es una y es su belleza lo que los humanos antropocéntricos identificamos como belleza porque es nuestro espejo y en nuestro ilimitado ego y curiosidad es lo único que realmente buscamos conocer, sin importar que medio utilizamos para “dibujarla”?, ¿existe poesía más bella o relato mitológico más extenso y profundo que el lenguaje, historia y epistemología de la ciencia?.
Yo no lo creo.
Salud!!os
Jc.
4 comentarios
Guillermo Muñoz Matutano dice:
10 may 2012
Hola José,
Me encanta tu forma de relacionar conceptos, y creo adivinar temas que me parecen, y que me han parecido, desde ya hace unos cuantos años, importantísimos.
Empiezas hablando sobre la frontera del conocimiento, y lo defines como lugar. Yo lo complementaría como “lugar de intersección”. Al pensar en frontera me viene a la mente el horizonte. Los que tenemos la fortuna de vivir en el mediterráneo, tenemos el placer de poder dirigir la mirada a ese horizonte constituido por dos azules. El azul del mar y el azul del cielo. Es una pequeñísima línea de cambio de color, pero también de estado físico, y muy probablemente de estado anímico. Un lugar de contacto, el horizonte, y, en tus palabras: un lugar de frontera.
Paul Thomas, en un artículo de Leonardo (Leonardo 42, pág 186 (2009)) hablaba de un ejemplo parecido: la frontera entre piel y oro, a nivel nanoscopico. ¿Cómo se difumina esa frontera entre materiales, en este caso inertes y vivos, al mirarlos desde casi sus constituyentes últimos?, ¿Cambia la percepción que tenemos de ellos?, ¿y cambian los conceptos que solemos usar al pensar en ellos?.
A mí esto de la frontera, esto del intercambio y de la intersección, al intentar reducir y buscar bases, me hace llegar a la metáfora. Pensar en la metáfora tiene un viaje muy largo. Podríamos empezar con Kant, y su teoría del Juicio, seguir con Nietzsche, con su Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, o con Wittgenstein, y sus juegos del lenguaje, con David Bloor, y el programa fuerte en sociología del conocimiento, y, por qué no venir a nuestra cultura y quedarnos con Ortega y Gasset o con María Zambrano y su razón poética. Y, si algún experto nos ayudase, más que construir un pupurri de filósofos, quizá nos haría ver que este viaje se puede entender como infinito. Es la metáfora ese espacio, mental, pero necesitado de lo real, donde se confunde el horizonte: y, lo que es agua se convierte en el espejo del cielo. Que viene a intentar decir lo mismo, pero crea otro sentido, otra visión, y, por tanto, otro pensamiento. Es justamente ese intercambio el que genera, como motor, nuevas fuerzas, nuevas ideas.
Pero, sin embargo, discrepo contigo en una cosa. No sabría decir cuál de esos niños respondones que planteas se convertiría en científico y cual en poeta. Yo me siento más identificado con ese niño embobado con dragones y princesas, y, lo que es peor, quizá aun siga embobado, y esto es medio maldición. ¿Piensas que el científico debe ser una persona con amplias convicciones lógicas?, A mi me gusta pensar mejor al científico como una persona al cual le repele el fanatismo. Una persona que pueda llegar a decidir que su visión es equivocada. Un Fray Guillermo de Baskerville, pasando por alto toda la ñoñería, por ingenua y no completamente humana, que contiene esta última frase.
Estoy muy de acuerdo contigo con ese aburrimiento congénito que siento sobre el positivismo. Por muy útil que haya sido. Sinceramente, no entiendo por qué hay que eliminar piezas del puzle para poder construir el puzle. Estamos todos de acuerdo con que la razón representa la realidad, pero, ¿por qué no vamos a estar igualmente de acuerdo con que la pasión también lo hace?. Esos sistemas que proponen la opción A o B, y nunca la A y B + C, siempre me da la sensación de que limitan el juego. Y ojo, limitar el juego es el primer paso para entender los sistemas, pero al menos aceptemos que son sistemas limitados.
Y ya finalmente, respecto a lo que dices sobre el innecesario esfuerzo de recalcar una y otra vez esa necesidad, como cualquier otra, de aunar arte y ciencia, por ejemplo, te tengo que dar la razón. Es innecesario a nivel conceptual. Quien lo vea, mejor para él, y quien no, pues también. Pero, esas intentonas, más que un ejercicio metodológico es un anhelo político. Es la situación en contexto de un posible porvenir. O sea, una circunstancia social. La prueba es que no es un movimiento aislado. Como tampoco lo fue el renacimiento, o la ilustración, o las vanguardias históricas, … .
Un abrazo,
Jose Carlos dice:
11 may 2012
Jor Guillermo!! Pues si me cazas todos los mensajes subyacentes!!,y los amplias y enriqueces!! Especialmente me has dejado pillado con esa profundización en el concepto de frontera…
Todo ese background filosófico y literario necesito q me lo pormenorizes o ejemplifiques un poco xq no se trata de los autores/obras q mejor conozco. Si pillas a Kant como ejemplo mejor,q es de los pocos q se algo entre los de tu lista y además me gusta,aunque me quedé en la critica de la razón pura.En cualquier caso me interesan también todos los otros aunque te tendré que pedir un esfuerzo didáctico mayor.
El introducir el horizonte como metáfora de la frontera me encanta! 1. En lo superficial Xq soy amante irredento del mar. 2.xq introduces la idea de espejo entre los opuestos o lados de la frontera que me parece que arrastra muucha chicha detrás 3. Porque a pesar de la aparente continuidad existe una clara linea q separa dos elementos con distinta composición y distinto estado de materia. Una linea q por otro lado no es tan clara y que,cual «quimera»(en sentido de inalcanzable) cualquiera siempre se mantiene a infinita distancia del observador… (me acabo de acordar de un libro de Baricco,»océano mare»,en el hay un geógrafo q se dedica a intentar cartografiar los limites del mar…no dejéis de leerlo si tenéis oportunidad,es 1000 veces mejor que su tan celebrada «seda»,aunque esta ultima tampoco esta mal). Bueno,q con tu permiso adopto la metáfora «horizonte» de ahora en adelante,teniendo en cuenta la profundidad q en mi ideario has introducido al vocablo.
Desconocía,y me ha dejado alucinado,esa reflexión sobre la frontera entre lo vivo y lo inerte q comentas en el nano-horizonte piel-oro. Si pudieses ampliar esa Info… Una de esas preguntas que a mi me hicieron vivir una atracción-repulsión con la «medicina formal» por su falta de reflexión acerca del tema es precisamente la frontera entre lo vivo y lo muerto. Es evidente q si nos dedicásemos a profundizar en estas cuestiones no habría tiempo ni efectivos para el diagnostico y el tratamiento pero me parece q el contexto medico es uno de entre otros en los que esta reflexión puede tener una importancia vital. Así,desde un conocimiento macromolecular de la vida la contradicción entre nuestra definición de la vida me resulta limitada: virus no en la frontera sino en la misma linea del horizonte x su falta de capacidad de replicacion y prion mas alla de la frontera por…?por qué?. Uno de esos pensamientos míos bizarros,ya desde mis limitados conocimientos de «física y química»,es mi falta fe entendimiento de porque una piedra (símbolo de lo muerto,desde la perspectiva del conocimiento cotidiano e incluso desde el conocimiento intemporal (monolitos y lapidas)) esta muerta cuando,no solo alberga infinita vida microscópica,sino que cuando pienso en su estructura visualizo átomos,electrones,incluso moléculas completas en constante movimiento,danza infinita de interacciones. Una profundización desde la física actual en el «horizonte» vida/muerte para todos los públicos seria de agradecer.(lo mismo digo,fernando,con un punto de vista desde la química).
Finalmente…en cuanto a los niños pedantes de la ciencia y de las letras… Estoy completamente de acuerdo contigo, me resultaba difícil tomar una decisión sobre a quien atribuir cada uno de los papeles pero veo que contribuye a la reflexión sobre esa contradicción ciencia, arte, orden lineal, orden no lineal, caos que sostiene el post. Debo decir q la fuerza que me impulsaba durante la escritura estaba basada en las fuertes emociones q me produjo la definición de la desintegración radioactiva. Estas emociones,como científico aficionado que soy se acrecentaron al traducirla a números y falsas ecuaciones. Ahora,como le explicas a una persona «normal», incluso a un literato de peso, que una lista de números y signos estimula sensaciones salvajes? No debería ser difícil en realidad. Se argumenta mucho esto de que la ciencia requiere conocimiento previo para entenderla (y de paso apreciar su belleza) pero yo no lo veo exactamente así. Yo no necesito «entender» una obra de arte para que me guste, mi afán explorador e impulsos taxonomistas hacen que me guste conocer el contexto histórico-social para trasladarme a un significado mas profundo o para hacer que se añada a la emoción de la obra la emoción del viaje a un contexto intelectual diferente. Por tanto,también en arte el conocimiento puede ser que enriquezca la obra pero en ningún caso es imprescindible. Tal vez es solo marketing lo que necesita la ciencia para ser entendida como arte,tal vez solo es necesario cambiar la predisposición de algunos celebrados intelectuales o publico en general para que sean capaces de aplicar su capacidad de abstracción a la ciencia y sean capaces de admirar su belleza desde la desnudez de su conocimiento,que a veces es esta precisamente la mejor predisposición.
Bueno…me he desviado bastante del tema de los niños,que raro. Quería decir que si,que tienes razón,que yo desde mi perfil de abordaje científico de la realidad,no me considero en absoluto aburrido y la capacidad para ver poesía y mitología en los números (y números en la poesía y mitología) puede ser tan propia de un buen científico como de un buen poeta pero desde la perspectiva de lo «formal» y «establecido» podría ser interpretado de otra manera. Pues eso, que esa contradicción quería plantear,y,hay que ver!,una vez mas,esta vez en las letras,aparece la contradicción:es la afirmación tajante la que genera mas preguntas,es la afirmación tajante un proceso de degeneración radioactiva :-).
P.D.: dado la breve extensión de este comentario me queda una cosa por añadir: A pesar de haberlo utilizado como metáfora de lo «aburrido», yo,en lo lineal,en lo ordenado,también encuentro una inmensa fuente se energía,caos y poesía.Incluso sin entrar en el punto de vista Físico de la cuestión yo, ante la estructura que imagino cuando pienso en un cristal (bolitas inmóviles unidas por fuertes arbotantes,cables de acero,que mantienen su estructura) veo, y digo veo, una tensión que resulra fuente de infinitas emociones y reflexiones.
Salud!!!os
Jose Carlos
Guillermo Muñoz Matutano dice:
11 may 2012
Vale, empiezo con Kant. Que es el que más fresco tengo. Lo pongo como inicio, pero el inicio, como te decía, empieza en las mismas cavernas. En la crítica del Juicio de Kant, su visión sobre la estética se puede sintetizar, así burdamente, como: “El arte place sin concepto, pero genera mucho pensamiento”. Al contrario que el concepto, que tiene las categorías de universalidad, …, el arte no necesita cumplir estas categorías. Por ejemplo, una botella es botella por su función, por su forma, por su uso, que todos reconocemos. Sin embargo, para el arte, una botella puede ser la libertad, la asfixia, etc, etc. Además, este juego de generar pensamiento no tiene límite. Es un bucle infinito, donde la sugerencia se transforma en más y más pensamiento auto-recurrente. Iré siguiendo con los demás.
¡Cumplimos un año! | Blog de piratas de la ciencia dice:
6 jun 2013
[…] hemos cruzado fronteras, también hemos relacionado la divulgación a la carta y los telómeros, hemos hablado sobre los procesos de desintegración radioactiva, nos hemos preguntado si a los españoles les interesa la ciencia y la tecnología y hemos […]