Ya me imagino la escena, bueno me la imagino como en esas pruebas para musicales que salen en el cine. – A ver, chavales, en fila! -Por favor, fuera las gafas, poneros de perfil. – Tú, guapo, súbete los bajos de la bata un momento, mmmm, bonitas pantorrillas! – La morena de la derecha, desabróchate ese primer botón que pareces una monja…
Los chicos de Pa ciència se preguntaban el otro día, tienen una capacidad asombrosa para preguntarse cosas geniales, si para que la ciencia llegue a todo el mundo estábamos dispuestos a crear un “science shore”, imaginando que los protagonistas de los realities de la MTV incorporaran conceptos científicos en sus charlas mega intelectuales entre salida a la disco y chapuzón en la piscina. Una idea provocativa, divertida, eso de ver la ciencia en un reality, una idea… ¿imposible?
Si estáis al tanto de todo lo que pasa en televisión en el mundo (yo no lo estoy, veo las series cuando ya han acabado y todo el mundo ha dejado de hablar de ellas, todos menos uno, el que te suelta el final cuando vas por la tercera temporada), bueno, si sois de los enterados ya sabréis que hay un gran hermano para científicos. ¿A que nunca pensasteis oír esas palabras juntas en una frase? En ese programa tienes que ser joven, estar dispuesto a marcharte a convivir con otra gente, que saquen tu rutina por televisión, pero con una salvedad, aquí no tienes que vender tu cuerpo, tu melena, o tus dotes para el show, aquí debes presentar una idea innovadora fruto de un proyecto que te hayas currado y que creas que tiene un sitio en el mercado.
¿Y dónde podría darse semejante cosa? ¿Dónde podría ser que se premiaran el ingenio, la capacidad de innovación, la juventud y el talento? ¿Dónde se ganaría dinero por eso además de un montón de formación en áreas en las que un científico puede cojear como visión de mercado y publicidad? Venga, una pista, ¿dónde se atan los perros con longanizas? Otra, ¿dónde podéis encontrar genios en alfombras mágicas que concedan deseos? Vale, no os voy a dar un quesito de trivial por adivinar que no estoy hablando de España. Y el lugar elegido es… azafatos por favor corred las cortinas… ¡Qatar! (aplausos).
“Stars of sciencie” lleva ya cuatro (¡cuatro!) ediciones con millones de espectadores por televisión. Para cada una, 16 jóvenes de hasta 30 años y origen árabe han sido escogidos en múltiples castings en países como Jordania, el Líbano o Kuwait, y participan de este formato creado por la Fundación para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo de Qatar. Vaya, que digo yo que si a sus jóvenes creadores e investigadores los tratan de estrellas mucha fuga de cerebros no habrá.
Y no hay trampa. El formato no varía del de cualquier show televisivo que busque emoción y audiencia. Hay diferentes programas en los que se van eliminando concursantes, un jurado, una estancia prolongada con los compañeros, votaciones y una emocionante final. ¿Diferencias respecto a lo que ya conocemos? Evidentemente, muchas. Los programas están dedicados a la motivación y el desarrollo personal, el proyecto que va a defender cada uno, la ingeniería, el diseño, la capacidad de venta del producto y el marketing. O sea, que aquí sí que hay que tener estudios, piltrafilla. El jurado, bueno, catedráticos y expertas de la NASA, nada de cantantes y estrellas de varietés venidas a menos.
En cuanto a la convivencia, una anda entre el jacuzzi y los juegos esperpénticos, y la otra entre laboratorios y desarrollos técnicos. Aunque seguro que siendo jóvenes y lozanos también tendrán sus piques y tonteos que le den morbo al asunto, no todo va a ser ciencia, ¡leche! Y sobretodo al final la gente tiene que votar qué invento genial y sorprendente es el mejor y se merece el premio, en vez de valorar si un pavo o una pava caen mejor o peor en función de qué se yo que factores alejados de todo sentido común. Eso sí, es un programa para la tele, así que el mega plató no te lo quita nadie, ni los momentos planeados de tensión, ni unos bailarines que llenan el escenario haciendo el hortera. ¡Esto es un show, amigos!
¿El resultado de todo esto? Bueno, os puede chirriar un poco, pero imagino que puede generar un aumento de las vocaciones científicas y también del prestigio de esa profesión. Y sobre todo, montones de ideas, inversiones por parte de las empresas, oportunidades, patentes, puestos de trabajo estables, buenos sueldos… Así que, visto lo visto, lo que ya adelanto es que si al final se cumpliera la propuesta de los chicos de Pa ciència de hacer una versión de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? del tipo ¿Quién quiere casarse con un científico?, en Qatar la cola de las candidatas daría varias vueltas a la manzana, mientras que aquí los pobres científicos casaderos se iban a quedar para vestir santos, o llenar pipetas, dado el caso.
Yo ya paso de los 30, me dedico a cosas con poca, o ninguna, aplicación comercial, y dudo mucho que pudiera pasar por árabe por mucho que rebuscara en mi árbol genealógico, pero si vosotros cumplís los requisitos, yo ni me lo pensaría. En serio, intentadlo porque, sed sinceros, si sois jóvenes, os dedicáis a la ciencia y vivís en España, ¿a caso tenéis algo mejor que hacer?