Los que somos valencianos conocemos de sobra esta coletilla que puede acompañar casi cualquier frase de la jerga de una parte de la gente joven. Para algunos es señal de la procedencia de quien habla, un distintivo, una expresión espontánea y algo chulesca, para otros es absolutamente irritante. Adivinad en qué grupo estoy. Sin embargo, sabemos que nano también puede actuar como prefijo, convirtiendo a la palabra en algo sorprendente, interesante y, sobretodo con mucho potencial. Y es que ya lo definían perfectamente nuestros Fernando y Guillermo con otros compañeros en Mètode, El mayúsculo impacto de lo minúsculo fue el monográfico 65 de la revista.
Buscad nanotecnología en Internet, buscad nanopartículas, buscad nanocosas. Os sumergiréis en el mundo de los materiales increíbles, los tejidos con superpoderes, la ingeniería más precisa, y también en la ciencia que tiene un camino prometedor por delante. Porque cuando estamos ante líneas de investigación relativamente jóvenes, con poco pasado y mucho futuro, grandes ideas, nuevas técnicas y mentes motivadas, a mi se me eriza la piel al pensar en el abanico de posibilidades que se abre ante nosotros. Imagino ver realidad todo aquello que hace poco se creía imposible, imagino avances que llevarán a otros avances, cadenas de descubrimientos (sí, lo reconozco, mi mente va muy rápido). Y quizá por eso mi piel no solo se eriza, sino que también tiembla al augurar problemas de financiación e intereses no científicos que puedan truncar todo este panorama.
Quizá por eso sean noticia estos días dos científicas españolas que investigan en Oxford. El periodista destaca su trabajo para aplicar la nanotecnología a la salud experimentando, por ejemplo, con el tamaño nanométrico de las proteínas. Sería pasar de una medicina química a una medicina física, explican, en la que se crean nanomoléculas o nanoestructuras. Entre otras cosas, trabajan con moléculas que puedan llevar directamente los efectos de la quimioterapia a las células afectadas por el cáncer, evitando así su efecto destructor en el resto del cuerpo. Hablan incluso de nanoestructuras metálicas que funcionen como antibióticos. Lo se, es sorprendente.
Sin embargo, y perdonad mi frivolidad, a mi me sorprenden otras cosas (mira, la capacidad de sorpresa de cada uno es como los culos, ya sabéis, cada uno tiene…, no hace falta que siga, no?). La primera, más que sorprenderme, me emociona, y es ver a dos mujeres en lo más alto de la ciencia, haciendo investigación puntera y quién sabe si aspirando a un Nobel en unos años. Hay quien se emociona con los anuncios deLa Caixa, a mí me emocionan las mujeres científicas, mira. Quizá porque sigo viendo muchos, muchos hombres por todas partes.
Otra cosa que me llama la atención es que forman parte de un programa que tiene 7 años y que sobretodo se financia gracias al dinero de un donante particular, que a su vez es el mayor donante individual dela Universidad.Asíque hago un llamamiento a los millonarios del mundo, a las almas cándidas que nos han llenado de preciosos pisos las afueras de nuestras ciudades enriqueciéndose con ellos, a quienes tienen cuentas desviadas en el país del chocolate y los relojes, a los adinerados que solo se interesan por la ciencia cuando tienen un hijo cojo y quieren que su prótesis le haga correr maratones y se comunique con él por twitter, gastaos la pasta! Sí, por supuesto, en labor humanitaria y medioambiental, pero también en ciencia. ¿Por qué en España no oigo ningún programa de investigación financiado por Amancio Ortega? Tiene buenos asesores de imagen, os lo digo, yo lo lanzo por si las moscas…
Y por último, sobretodo porque estoy en muy mala postura y se me está durmiendo la pierna, me choca que esta física y esta bióloga digan que triunfan por multidisciplinares, porque se fusionan, porque colaboran. Aseguran que cuando ponen ideas en común y mezclan sus enfoques, el resultado es la innovación más absoluta, la creación de una idea que no se está desarrollando, lo cual me escama. Porque no imagino a nadie, ¡nadie!, que pueda hacer algo realmente bueno si trabaja solo o si solamente destaca en un campo muy concreto. Imagino que habrá excepciones a esta afirmación tan osada, pero desde un escritor que por muy buena novela que saque no será nadie sin su editor, hasta el arquitecto que se inspira en las corrientes de aire creadas en un bosque, todos necesitamos sinergias. Entonces, ¿por qué siguen los científicos encerrados en su miniparcela y son tan reacios muchas veces a colaborar? ¿Por qué siguen habiendo peleas por autorías, por quien firma delante, por quién saca la última innovación primero? ¿No tendría que cambiar ya el sistema y asumir que, también en ciencia, uno más uno siempre son más de dos?
Así que, muy a mi pesar, por todo esto no me queda otra que decir, nano, ¡qué fuerte!
10 comentarios
Laura Morrón dice:
6 ene 2013
Hola Eva,
Me gusta muchísimo como escribes. Transmites la información con ironía y logras que conectemos contigo y quedemos atrapados en la lectura. Siempre me despiertas una sonrisa, me descubres cosas interesantes y me dejas con ganas de leer más. Así que, ya sabes,
¡espero leer pronto tu próxima entrada! Un abrazo.
Laura (@lauramorron)
Eva dice:
9 ene 2013
Querida Laura,
Gracias por tus palabras! La verdad es que me anima mucho leer lo que dices porque a veces no se si me paso de graciosa, o de poco rigurosa, o de hacer las entradas demasiado personales. Aunque en realidad es que no veo otra manera de escribir sobre ciencia y divulgación en un blog como el que nos hemos montado los piratas. Es de esta forma distendida en la que me expreso mejor y en la que me siento cómoda para decir lo que pienso.
Cuando hicimos el blog pensamos, ¿qué podemos aportar? Y lo que se nos ocurrió fue dejar patentes todas aquellas cosas que en el entorno científico nos llamaban la atención, nos planteaban preguntas o nos sugerían algo. Así que si con mis textos consigo que reflexiones sobre algún tema ya me doy con un canto en los dientes. Pero si es que además te diviertes, oye, salto a la pata coja de aquí a casa!! (no estoy cerca, eh?)
Así que gracias a ti por leerme/nos. Prometo seguir escribiendo.
Un abrazo
Patricia Diaz-Gimeno dice:
9 ene 2013
Me ha encantado absolutamente todo lo que dices…A excepción de que te pueda irritar la palabra «nanoooo» dicha a lo valencianote de la terreta…;p cheeeeeee!
Gracias por tus reflexiones!. Ojalá pronto vayan cambiando muchas cosas del mundo científico, que le permita ser un mundo menos masculino y sobretodo de menos egos y de saber trabajar en equipo…
Precisamente la ciencia es un tipo de trabajo tan especialista en las multitud de técnicas, que necesita tanto o más que ningún otro trabajo de una metodología de trabajo eficiente, por tanto que emplee todo lo que el campo de la psicología del trabajo y de las organizaciones ha investigado como métodos más adecuados para ser eficientes y eficaces…
Me sorprende como la investigación en ciencias experimentales obvia lo que otras ciencias con el método científico han demostrado con respecto a la eficiencia en el trabajo…Ya sabéis…EN CASA DEL HERRERO…CUCHILLO DE PALO
Eva dice:
9 ene 2013
Laura, estoy absolutamente en consonancia con todo lo que dices. Para empezar, más mujeres!! Ya!! Se que parece que estamos en todas partes y en mayor número que los hombres, y es posible que en algunos ámbitos así sea, pero en otros desde luego, no. Supongo que si mejoraran nuestras políticas de conciliación esta situación cambiaría, pero esto ya es otro tema que cabe en otro post!
Y efectivamente, parece mentira que en la ciencia, donde hace falta saber de tantísimas cosas, cueste un mundo la colaboración, el trabajo conjunto, el intercambio de ideas, de proyectos. Al contrario! Se van encerrando cada uno a lo suyo, y chica, yo creo que al final habrá quien solamente sabrá de una cianobacteria estromatolítica (lo dice el maestro raya en en Buscando a Nemo) y no conocerá el nombre ni de su compañero de laboratorio. Las científicas de la noticia que yo comentaba hablaban de que su visión de la ciencia era rara, novedosa, al establecer esa colaboración tan estrecha entre las dos. No te digo, eso no debería ser novedoso, debería ser lo habitual!
En fin, solo puedo decirte, nanoooo, que fort!! (si, lo reconozco, me irrita un poco, però què vols, és que jo sóc de la Marina Alta, i el meu valencianot no està tan acostumat a les expressions de l’Horta! je, je…)
Un bes
Patricia Diaz-Gimeno dice:
9 ene 2013
Cheeeeeee Evaaaaa que soy Patri, no Lauraaaa…jajajaja! Un abrazooooo desde la terretaaaa
Eva dice:
9 ene 2013
Ups Patri, perdona, como os he contestado a las dos a la vez se me ha ido la pinza.
Cheeee quin desastre!!
Una abraçada valenciana!
Patricia Diaz-Gimeno dice:
9 ene 2013
🙂
Maria de la iglesia dice:
9 ene 2013
Coincido con Patri … 😉 enhorabuena por este post.. por cierto por la terrete está un tal «Roig» relacionado con una cadena de mercados… que no voy a publicitar.
B7s
Eva dice:
10 ene 2013
Maria gracias por tu comentario. Efectivamente! Yo tampoco voy a hacer publicidad, pero ese caso también sería un buen ejemplo. No se, o no nos enteramos (lo dudo mucho), o aquí no hay cultura de que la gente que tenga dinero financie programas de investigación. Oye, digo yo que es una manera como cualquier otra de hacer algo con la riqueza «sobrante», no? ¡Y de provecho!
Un abrazo!!
Comprendiendo lo mínimo « Blog de piratas de la ciencia dice:
19 feb 2013
[…] escala nanométrica, campos con un gran potencial de aplicaciones, como se comentaba en una entrada anterior. El desconocimiento general que existe sobre ambas podría explicarse porque estamos hablando de un […]