Esta puede ser la conclusión al leer el artículo que se comenta en los blogs de ciencia estos días y que hemos podido leer en Materia. Y es que unos investigadores de la Universidad de Exeter han publicado la mayor recopilación de artículos científicos que demuestran que la homeopatía no es que siempre sea inocua, sino que puede ser incluso mortal. Para llevar a cabo esta publicación han realizado una búsqueda intensiva en las bases de datos de artículos científicos más utilizadas y conocidas. Han recopilado un total de 1159 personas de todo el Mundo que han sufrido lo que ellos llaman «efectos adversos», por los que la salud de los pacientes no mejoró, sino que empeoró e incluso algunas personas murieron. Muy acertadamente también han recogido aquellos casos en que las personas sustituyeron los tratamientos de la medicina «convencional» por los remedios homeopáticos, que seguramente sea el mayor riesgo que conlleven este tipo de tratamientos alternativos.
Como se puede observar en los enlaces, todas las referencias son a artículos publicados en revistas científicas, no a boletines de barrio ni páginas web sin ningún tipo de credibilidad como ya vimos en otro caso. No hay que hacer un acto de fe para creernos que ha sido así, sino que todos los casos han sido demostrados científicamente. Seguramente la gente que crea en la homeopatía hará oídos sordos porque, al final, el uso de este tipo de remedios sí es una cuestión de fe. Sin embargo, los que no deberían ignorar estos hechos son los políticos que son los que tienen la capacidad de legislar y proteger al ciudadano. Y, ya puestos, podrían pegarles un toque de atención a todas esas farmacias que combinan medicina «convencional» con remedios esotéricos. ¿Te imaginas que una farmacéutica vendiera un medicamento sin haber pasado las pruebas y protocolos de seguridad pertinentes? Sería todo un escándalo. Sin embargo, no pasa nada con este tipo de negocios. ¿De verdad no se puede legislar este tipo de prácticas? ¿Por qué no se puede hacer lo mismo que con los productos lácteos y cosméticos? ¿Crees que el Estado debería actuar y pedir que demuestren los beneficios que predican? No entiendo por qué no lo han demostrado ya, el que lo haga puede ganar un millón de euros.
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2 comentarios
científico social y natural dice:
4 sep 2013
Nuevamente un científico social haciendo amarillimos de lo que no conoce. Usted elogia un estudio de unos autores con una tendencia al fraude científico, el cpoy/paste y el plagio. El Dr. E. Ernst, principal autor del texto de marras es conocido por copiar citas de otros artículos para aumentar su producción cada mes. Ernst fue despedido de varios trabajos por una tremenda falta de ética en 2005 y recientemente como revisor de una revista de homeopatía.
El trabajo que usted comenta fue críticado por sacar de contexto varios casos de estudio. Lo más sorprendente, sin embargo, no es el trabajo aludido sino lo que usted dice:
«por los que la salud de los pacientes no mejoró, sino que empeoró e incluso algunas personas murieron. Muy acertadamente también han recogido aquellos casos en que las personas sustituyeron los tratamientos de la medicina “convencional” por los remedios homeopáticos, que seguramente sea el mayor riesgo que conlleven este tipo de tratamientos alternativos.»
Eso del riesgo lo tienen todos los medicamentos, al igual que el riesgo por no tratamiento se da en la medicina convencional. El cuento de Ernst está desde 1995, sino mal recuerdo. El estudio tampoco declara conflictos de intereses de la fundación que paga sus salarios, y se dicen muy neutrales.
Varias revisiones sistemáticas de homeopatía no incluyen los trabajos de Ernst, no es casualidad, es que son de baja calidad metodológica (algo que el mismo Ernst, irónicamente crítica a la homeopatía). Regresando al estudio, es claro que no indica causalidad, si acaso alguna pequeña correlación.
Celo anti-homeopático | Blog de piratas de la ciencia dice:
23 sep 2013
[…] rascar. De hecho dos de mis compañeros ya han escrito sobre ella en este foro: Fernando Sapiña y Jorge. Así que sumen lo escrito por ellos a esto […]