El ordenador, el móvil o la tablet desde la que nos estás leyendo están formados por una serie de dispositivos magnéticos que sólo tienen dos posiciones: positivo y negativo. Es increíble que con un fundamento tan sencillo y simple, podamos disfrutar de tantas cosas. Uno de los componentes que componen estos dispositivos son las puertas lógicas. Estas puertas tienen función booleana, es decir, tienen dos posibles valores (Verdadero o Falso) y gracias a ellas podemos realizar acciones como sumar, multiplicar, afirmar o negar.
Basándose en estos principios de electrónica/informática, unos investigadores de la North Carolina State University han llevado a cabo computación con el ADN de células vivas. Para ello, han aplicado el principio de las puertas lógicas del tipo «AND». Estas puertas son todo un clásico en los procesos booleanos y son aquellas en las que todas las condiciones se tienen que cumplir para que ocurra un proceso. Pues basándose en esta estructura, estos investigadores han diseñado unos oligonucleótidos o dispositivos, como ellos los llaman, que son capaces de unirse a dos microRNAs, miR-21 y miR-122, liberándose así una molécula fluorescente que podemos medir.
La importancia de estos experimentos radica en que han sido capaces de detectar los cambios biológicos que han ocurrido en el interior de las células vivas. Así, los autores proponen que con este tipo de diseños se podría mejorar la detección de algunas enfermedades y sus tratamientos, ya que se puedes monitorizar en todo momento qué está ocurriendo en las células y saber cómo resolver mejor el problema, que al final es lo más importante.