Sin noticias de ciencia

En este blog se decidió que los jueves publicaríamos post sobre actualidad en ciencia o divulgación científica. Que trataríamos temas que de un modo u otro tuvieran relevancia en los medios en el momento que escribiéramos. Hoy me toca hacer uno de estos post y me encuentro con un problema, estoy de vacaciones. Sí, lo sé, estar de vacaciones no es ningún problema, si obviamos esas estadísticas de aumento de divorcios por exceso de horas de convivencia y el descenso considerable de nuestras cuentas de ahorro, aunque sí puede serlo si, como es el caso, necesitas hablar de actualidad y tú estás completamente desactualizada.

Paso mis vacaciones en un lugar en el que el televisor no se enciende nunca, en el que nadie va a comprar la prensa, en el que el móvil con acceso a internet se usa únicamente para ver capítulos de dibujos animados y hacer alguna reserva de ocio de última hora. No he leído un titular, tengo el último número de la revista Mètode encima de una mesa sin abrir, no he hecho zapping, y ni si quiera he visitado algún blog. Lo cual me lleva a pensar en el porqué alguien que esté en una situación similar iba a entrar a leer esto, pero en fin, las vacaciones también hacen que nos hagamos preguntas estúpidas. Tanta es mi des…, desinte…, desinformati…, desinformación, que desconozco absolutamente todo lo que pasa en el mundo y, como consecuencia, también en ciencia en este momento. Lo más cerca que he estado de enterarme de algo ha sido en una conversación con un amigo en la playa. Me contaba que se había creado la primera hamburguesa a partir de células madre. Tras todo el proceso la prensa llevaba una anécdota muy divertida sobre el día en el que el propio científico y un crítico culinario habían ido a probarla a un restaurante cocinada por un conocido chef, y el crítico había concluido que estaba buena pero que en la cocina la habían dejado sosa de sal y pimienta.

Tentada estuve de correr a buscar la noticia y escribir sobre ella aquí. Pero luego me decanté por reflexionar sobre otra cosa, ¿qué pasa si tu desconexión de las noticias científicas no es solo puntual, en unas vacaciones, en una época de mucho trabajo, en un viaje? ¿Y si es permanente? No se cuales son los medios habituales para la sociedad media de obtener conocimiento sobre actualidad científica. Imagino que la prensa y las noticias, quizá algún programa de televisión. Pero es tan fácil cambiar de canal o pasar una página cuando algo resulta aburrido. Hay muchas otras vías, páginas web, blogs, tuiteros, revistas especializadas, asociaciones, semanas de la ciencia, pero quizá debamos ser mucho más activos o mostrar cierto tipo de interés para llegar a la información que transmiten, las actividades que organizan, y la labor que desarrollan.

¿Cambia mucho la vida de alguien si no se entera de nada en lo que a ciencia se refiere? Algo parecido a lo que a mí me pasa cuando me preguntan por el fútbol, solo que en mi caso todo el mundo me mira con cara de que soy extraterrestre. Pues creo que en principio no. Creo que desayunas igual, vas al trabajo igual, tienes los mismos amigos, las mismas probabilidades de que te toque la lotería y sobretodo eres igual de feliz. Ahora bien, ¿tienes las mismas capacidades para tomar una decisión ante un tratamiento médico o un nuevo sistema de reciclaje? ¿Dominas los medios para distinguir un producto con propiedades probadas de otro que no las tiene? ¿Sabes el grado de responsabilidad que tienes sobre tu entorno en temas, por ejemplo, de medio ambiente? ¿Te sientes preparado para incorporar los cambios que se dan día a día a nuestro alrededor a nivel tecnológico? Y en definitiva, ¿puedes formar parte de esa gran masa crítica que debe ser la sociedad, en la que los temas que le afectan, sí, también los científicos, sean integrados, debatidos y apoyados o rechazados para que su entorno avance en la mejor dirección?

Me parece que no queda otra que seguir trabajando para que las vías de acceso a las actividades, las reflexiones y los conocimientos científicos sean abiertas, flexibles y próximas. La famosa ciencia ciudadana, esa que descubre nuevos entornos para que quienes se sientan alejados de la ciencia sean los menos, para que la encuentren al girar cualquier esquina, para despertar el interés, para estimular, para crear. Para que no haya nadie, y esto suena a eslogan publicitario, lo sé, que pueda decir que de ciencia no sabe, no contesta. Así que yo por si a caso mañana me compro la prensa, o bueno, mejor el lunes.

Ilustración de Margaux Motin