No hace ni dos meses que hemos tenido unas elecciones para elegir a nuestros representantes en Europa. La política influye en todo, y por supuesto en la ciencia. Seguí muy poco o casi nada, esta última campaña electoral. Pero sé que en otros países como Francia, había debates por ejemplo sobre la política común europea en ciencia: organismos, presupuesto, líneas de actuación, etc. En nuestro país, en cualquier campaña electoral siempre se habla de lo mismo: corrupción, empleo, lo mal que lo hacen/han hecho los otros, economía… Dentro de economía, gana todo lo relativo a impuestos. Y al final, aunque la ciencia no sea una de las palabras más usadas en una campaña electoral, como todo, terminará siguiendo unas directrices marcadas por la política. Bueno, por los políticos de turno.
Pero es que aquí no hay forma de que entiendan que debería ser uno de los motores de la economía, de generación de riqueza, para aumentar el PIB, crear empleo, fortalecer y aumentar el tejido industrial, transferir tecnología a todos los sectores -desde el primario hasta el sector servicios-, darnos la capacidad de importar menos desde el exterior, … y seguro que se os ocurren muchas cosas más. Los poderes públicos no lo entienden así, y casi nunca lo han entendido salvo raras excepciones. Y más últimamente, que la ciencia se ve como un gasto más, que no puede devolver beneficio, y entra dentro de todas las partidas de recortes. Si ya es aberrante que se recorte en educación, sanidad y servicios sociales porque hay que cumplir con el déficit y levantar la economía -ya sabéis, hay que crecer para crear empleo-, igual de aberrante es pensar que la ciencia -que precisamente está dentro de esa educación y sanidad recortadas muy directamente- no sirve para generar riqueza y mejorar la economía.
Pero no sólo los poderes públicos no creen en ella. Otro gran problema es que el grueso de la inversión siempre ha tenido que ser pública. Y el estado pone los recursos técnicos y humanos, y la empresa privada participa financiando con dinero. Pocas empresas tienen departamento de I+D o deciden apostar por ello. Ya es un tema de cultura, de cómo se hacen las cosas. No me voy a meter ahora en cómo desde la ciencia se gestionan los activos y las inversiones, que fraude y mangoneo también hay -aunque yo esté ahora en la empresa privada, fui funcionaria interina en un departamento universitario un tiempo y sé perfectamente cómo está montado el tema-, ya sería para una reflexión en otro artículo; lo que hay que dejar claro es que sin una apuesta seria por la ciencia para el modelo productivo, siempre tendremos una economía débil y llena de burbujas para explotar cuando menos lo esperemos.
Ahora que estamos con un evento deportivo de magnitud mundial, aprovecho para recordar al gran Francisco Ibáñez y sus libros dedicados en exclusiva a nuestro mundial del 82 (Mundial 82, El balón catastrófico, etc). Ya hace más de 30 años criticaba la pompa de inversiones hacia este tipo de eventos deportivos en detrimento de la inversión en ciencia, sanidad, educación… Al fin y al cabo, siempre es una anestesia y una gran distracción. Pero menos mal que cada vez hay menos gente distraída…
Imágenes: © Francisco Ibáñez
3 comentarios
Fernandobcn dice:
26 jun 2014
Y así lo ve Forges: http://lacienciaysusdemonios.com/2010/02/04/el-csic-visto-por-forges-en-esta-epoca-de-recortes/
La política en la ciencia dice:
22 jul 2014
[…] La política en la ciencia […]
Contigo hasta el fin del mundo, pero con trabajo | Blog de piratas de la ciencia dice:
30 jul 2014
[…] mundo, pero con trabajo jul 1, 2014 Inventando con la luz. Sir Charles Wheatstone. jun 26, 2014 La política en la ciencia jun 25, 2014 Los nutrientes del azafrán jun 10, 2014 La asociación cultural Piratas de la Ciencia cumple […]