Le has dado al centro de la diana, desde mi punto de vista: La emoción. Esto que planteas creo que es la base con la que entiendo eso de divulgar. Hablar de lo que te emociona. Yo creo que cualquier persona que te cuenta las cosas con emoción, siempre me seduce. Me gusta saber que hay gente que se emociona y que presta un valor especifico a las cosas que hace. Creo que decir que me gusta, es decir poco. Ojo, que se emociona, sinceramente.
La ciencia es parte de la vida, y está ahí chapoteando en cada rincón. Hay gente que se emociona más con el orden, con los datos minuciosos, y cuando ven un trabajo de ese tipo les salen chispas de placer por los ojos. A otra gente les gusta, yo que sé, el contenido histórico, o los desencadenantes personales, o las motivaciones conceptuales, o la visión del juego, o lo que sea. Creo que tu lo has explicado de la mejor forma posible. Se genera una especie de sintonía humana entre emisor y receptor, a través de una experiencia emocionante con un tema concreto. ¿podría ser parecido con lo que pasa con la literatura?.
Hola Guillermo, Creo que das en el clavo con la sintonía humana entre emisor y receptor.
Yo hablaba de dos tipos de divulgación, que no se si será muy correcto pero me ha parecido adecuado. Una divulgación para enseñar ciencia, que podría ser formal en una clase, o informal en cualquier formato que conocemos hoy día, como conferencias, cursos… Se trata solo de transmitir conceptos para que la gente sepa algo más sobre ciencia? No se, a veces parece que sí.
Pero en el otro lado estaría la divulgación para emocionar. Cuando un científico ama lo que hace, o se entusiasma, o se dedica completamente, acaba poniendo también el mismo empeño en contarlo, en mostrarlo. Después, si a alguien le llega ese tema y también le emociona, (por diferentes factores, que le guste el tema, que lo vea como algo propio por su situación personal, etc..) creo que se puede generar una conexión alucinante. Y esa conexión no se dará quizá con otra persona, sencillamente porque no le llega. A eso me refería con la “divulgación a la carta”, está genial hablar de todo pero debemos ser conscientes de que algunas cosas, en determinado momento y en determinado lugar, están predestinadas a entusiasmar a un grupo concreto de personas.
Y yo creo que si se consigue eso, ya se puede dar uno con un canto en los dientes…
“La divulgación para emocionar”, Eva, solo de leer tu comentario ya me he emocionado. Una divulgación a la carta según el momento vital, a caso no es lo mismo que nos pasa con la literatura? Lees un libro y según tus experiencias vitales puedes estar o no predispuesto a entenderlo. En el caso de la divulgación científica en este tipo de acercamiento muchas veces estamos en desventaja respecto a supercherías y pseudociencias. Es en estos momentos de necesidad, que si previamente no hemos realizado un buen trabajo en la divulgación más académica, esas personas no van a poder tener los suficientes elementos críticos para no caer en ellas.
Pero también está el concepto del “rascar donde no pica” de Pere Estupinyà, que me gusta mucho. Algo que nunca te habías parado a pensar, pero viene alguien y lo hace de tal manera, con ese entusiasmo, que es capaz de captarte. Rascar donde no te picaba y de repente contagiarte de este entusiasmo para querer saber más.
Precisamente en el número actual de la revista de la SEBBM está dedicado a Comunicar la ciencia. Carlos Elías comenta en su artículo que la comunicación pública de la ciencia va más allá de la mera comunicación hasta llegar a la comprensión. Teniendo en cuenta que la comprensión implica a un receptor activo que es capaz de invertir el flujo comunicativo y darle un nuevo contenido al mensaje. Porqué queremos eso, entusiasmar a tu madre para que vaya más allá y se convierta en sujeto activo.
[…] fue el primer artista, te hemos preguntado si compartirías tu genoma, hemos cruzado fronteras, también hemos relacionado la divulgación a la carta y los telómeros, hemos hablado sobre los procesos de desintegración radioactiva, nos hemos preguntado si a los […]
4 comentarios
Guillermo Muñoz Matutano dice:
10 Oct 2012
Hola Eva, felicidades por este estupendo post.
Le has dado al centro de la diana, desde mi punto de vista: La emoción. Esto que planteas creo que es la base con la que entiendo eso de divulgar. Hablar de lo que te emociona. Yo creo que cualquier persona que te cuenta las cosas con emoción, siempre me seduce. Me gusta saber que hay gente que se emociona y que presta un valor especifico a las cosas que hace. Creo que decir que me gusta, es decir poco. Ojo, que se emociona, sinceramente.
La ciencia es parte de la vida, y está ahí chapoteando en cada rincón. Hay gente que se emociona más con el orden, con los datos minuciosos, y cuando ven un trabajo de ese tipo les salen chispas de placer por los ojos. A otra gente les gusta, yo que sé, el contenido histórico, o los desencadenantes personales, o las motivaciones conceptuales, o la visión del juego, o lo que sea. Creo que tu lo has explicado de la mejor forma posible. Se genera una especie de sintonía humana entre emisor y receptor, a través de una experiencia emocionante con un tema concreto. ¿podría ser parecido con lo que pasa con la literatura?.
Eva dice:
11 Oct 2012
Hola Guillermo, Creo que das en el clavo con la sintonía humana entre emisor y receptor.
Yo hablaba de dos tipos de divulgación, que no se si será muy correcto pero me ha parecido adecuado. Una divulgación para enseñar ciencia, que podría ser formal en una clase, o informal en cualquier formato que conocemos hoy día, como conferencias, cursos… Se trata solo de transmitir conceptos para que la gente sepa algo más sobre ciencia? No se, a veces parece que sí.
Pero en el otro lado estaría la divulgación para emocionar. Cuando un científico ama lo que hace, o se entusiasma, o se dedica completamente, acaba poniendo también el mismo empeño en contarlo, en mostrarlo. Después, si a alguien le llega ese tema y también le emociona, (por diferentes factores, que le guste el tema, que lo vea como algo propio por su situación personal, etc..) creo que se puede generar una conexión alucinante. Y esa conexión no se dará quizá con otra persona, sencillamente porque no le llega. A eso me refería con la “divulgación a la carta”, está genial hablar de todo pero debemos ser conscientes de que algunas cosas, en determinado momento y en determinado lugar, están predestinadas a entusiasmar a un grupo concreto de personas.
Y yo creo que si se consigue eso, ya se puede dar uno con un canto en los dientes…
Eva Alloza dice:
11 Oct 2012
“La divulgación para emocionar”, Eva, solo de leer tu comentario ya me he emocionado. Una divulgación a la carta según el momento vital, a caso no es lo mismo que nos pasa con la literatura? Lees un libro y según tus experiencias vitales puedes estar o no predispuesto a entenderlo. En el caso de la divulgación científica en este tipo de acercamiento muchas veces estamos en desventaja respecto a supercherías y pseudociencias. Es en estos momentos de necesidad, que si previamente no hemos realizado un buen trabajo en la divulgación más académica, esas personas no van a poder tener los suficientes elementos críticos para no caer en ellas.
Pero también está el concepto del “rascar donde no pica” de Pere Estupinyà, que me gusta mucho. Algo que nunca te habías parado a pensar, pero viene alguien y lo hace de tal manera, con ese entusiasmo, que es capaz de captarte. Rascar donde no te picaba y de repente contagiarte de este entusiasmo para querer saber más.
Precisamente en el número actual de la revista de la SEBBM está dedicado a Comunicar la ciencia. Carlos Elías comenta en su artículo que la comunicación pública de la ciencia va más allá de la mera comunicación hasta llegar a la comprensión. Teniendo en cuenta que la comprensión implica a un receptor activo que es capaz de invertir el flujo comunicativo y darle un nuevo contenido al mensaje. Porqué queremos eso, entusiasmar a tu madre para que vaya más allá y se convierta en sujeto activo.
¡Cumplimos un año! « Blog de piratas de la ciencia dice:
28 Nov 2012
[…] fue el primer artista, te hemos preguntado si compartirías tu genoma, hemos cruzado fronteras, también hemos relacionado la divulgación a la carta y los telómeros, hemos hablado sobre los procesos de desintegración radioactiva, nos hemos preguntado si a los […]