Muy bien post, el símil entre el niño jugando con la arena y la operación de la NASA en Marte con el Curiosity Rover, me parece muy acertada. Lo cotidiano y lo excepcional. Los gestos más humanos comparados con los proyectos más “trascendentales” de la ciencia. Fuera de la noticia en sí, tu post me ha recordado la propia naturaleza humana, esa curiosidad que ha hecho que, desde los primeros humanos, nos hayamos preguntado por las cosas. Aunque muchas veces esas preguntas hayan sido inconscientes, sorprendiéndonos a nosotros mismos, incluso. El Curiosity (creado y dirigido por humanos) cogiendo muestras y observando que, entre las partículas, hay algo que “no es de ahí”. Esa pregunta del “qué es esto” y “por qué está aquí”. Como tú dices, hasta en otro planeta, el ser humano sigue observando la materia con esa curiosidad de un niño y frunciendo el ceño cuando algo se sale de lo previsto… Muy bueno!!
Hola Paloma!. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Sí, quería, con la excusa del proyecto del Curiosity y su constante envío de información desde Marte (que se puede seguir, además, desde su web (http://mars.jpl.nasa.gov/msl/) y desde su twitter (@MarsCuriosity)) hablar un poco de esa curiosidad, a priori inocente y que como bien dices en ocasiones ha acabado sorprendiéndonos -positiva y negativamente- a nosotros mismos, pero que es algo intrínseco en la naturaleza humana, como se evidencia en nuestra historia y en nuestro comportamiento, aún cuando sólo somos bebés.
3 comentarios
Paloma Vidal Matutano dice:
20 Oct 2012
Hola Pablo,
Muy bien post, el símil entre el niño jugando con la arena y la operación de la NASA en Marte con el Curiosity Rover, me parece muy acertada. Lo cotidiano y lo excepcional. Los gestos más humanos comparados con los proyectos más “trascendentales” de la ciencia. Fuera de la noticia en sí, tu post me ha recordado la propia naturaleza humana, esa curiosidad que ha hecho que, desde los primeros humanos, nos hayamos preguntado por las cosas. Aunque muchas veces esas preguntas hayan sido inconscientes, sorprendiéndonos a nosotros mismos, incluso. El Curiosity (creado y dirigido por humanos) cogiendo muestras y observando que, entre las partículas, hay algo que “no es de ahí”. Esa pregunta del “qué es esto” y “por qué está aquí”. Como tú dices, hasta en otro planeta, el ser humano sigue observando la materia con esa curiosidad de un niño y frunciendo el ceño cuando algo se sale de lo previsto… Muy bueno!!
Pablo dice:
22 Oct 2012
Hola Paloma!. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Sí, quería, con la excusa del proyecto del Curiosity y su constante envío de información desde Marte (que se puede seguir, además, desde su web (http://mars.jpl.nasa.gov/msl/) y desde su twitter (@MarsCuriosity)) hablar un poco de esa curiosidad, a priori inocente y que como bien dices en ocasiones ha acabado sorprendiéndonos -positiva y negativamente- a nosotros mismos, pero que es algo intrínseco en la naturaleza humana, como se evidencia en nuestra historia y en nuestro comportamiento, aún cuando sólo somos bebés.
Pablo dice:
22 Oct 2012
Y muchas gracias por tu comentario, por cierto!!