Siempre que escucho las palabras «fuga de cerebros«, me imagino un barco lleno de cerebros pequeños, grises y con bufanda marrón subiendo cabizbajos a un viejo barco de principios de siglo XX cuyo destino se encuentra a más de una semana de viaje. Son cerebros densos y llenos de conocimiento que necesitan huir para poder desarrollarse y...