Historias de tierra y mar
Llegué con la maleta de veinte quilos y pocos libros a la isla con la esperanza de dos cosas: ver cetáceos y no marearme en la zódiac. En mi pueblo, elegí que, para el viaje hacia el medio del Atlántico, sin haber leído Moby Dick, me acompañaría el libro Histórias da terra e do mar,...