El otro día me dispuse a hacer una visita a un yacimiento arqueológico de época ibera que todavía no había tenido ocasión de visitar. Esa clase de cosas que los arqueólogos solemos hacer en nuestro tiempo libre: ¿Vacaciones? ¡Pues a patear el monumento “x” o a ver tal yacimiento! Quizá porque me salió un día...