Michele Emmer

Michele Emmer



Guillermo Muñoz: Bueno, Michele, para empezar la entrevista me gustaría hablar un poco de tu formación y tus inicios como investigador. Actualemente eres catedrático de matemáticas en la Universidad de La Sapienza en Roma, y he visto que tu área básica de investigación han sido las PDE y los ‘minimal surfaces’. ¿Cómo te acercastes a este tema?

Michele Emmer: Cuando obtuve mi licenciatura en Roma en 1970, me propusieron que hiciese una tesis sobre el trabajo del matemático italiano Renato Caccioppoli, un gran intelectual, recordado más tarde por Mario Martone que en 1992 hizo una película sobre su figura, “La muerte de un matemático Napolitano”. Al acabar la tesis obtuve un puesto como asistente en la Universidad de Ferrara. Hasta ese momento no conocía las superficies mínimas, pero me di cuenta que una parte del trabajo que había hecho con Renato Caccioppoli se podía usar para resolver algunos problemas del cálculo variacional, en concreto el referente a las superficies mínimas. Lo que en Matemáticas se llama el problema de Plateau, que fue planteado por el físico Belga Joseph Plateau en 1873. Este tema de las superficies mínimas fue de gran importancia en los años 70, en particular en Italia y en EEUU. La única medalla Fields italiana la obtuvo el matemático Enrico Bombieri en 1974, y fue concedida parcialmente por el trabajo con Ennio de Giorgi en superficies mínimas. En particular estuve trabajando sobre un problema de capilaridad que permanecía abierto desde hacía muchos años. La NASA, en ese momento, estaba realizando unos experimentos en el espacio sobre estos fenómenos de capilaridad. Fui muy afortunado, porque era un problema muy importante, con mucha gente trabajando sobre este tema, en Rusia, Europa, EEUU, Japón, …, y con la ayuda de Mario Miranda, catedrático en la Universidad de Ferrara, fui capaz de resolverlo. El artículo se hizo muy popular, aunque fue publicado en una revista pequeña de la Universidad de Ferrara. Se suponía que iba a ser publicado en EEUU, pero se detectó un error en un lema que usé, y la publicación se retrasaba. Enrico Bombieri resolvió el problema del lema de Miranda, y mi demostración se corrigió. Pero la revista de EEUU dijo que había que esperar para publicar este artículo, por lo que mi supervisor, Miranda, dijo, “De acuerdo, no publicaremos este trabajo en EEUU, lo publicaremos en italiano. La gente tendrá que aprender italiano para entenderlo”. Hoy en día es un trabajo que ha tenido muchas citas y referencias, en muchos países. Es un artículo que se hizo muy famoso, en el cálculo de variaciones. Pero, bueno, a veces esto incluso genera problemas. Si tu primer artículo es muy importante, luego es difícil hacer tu segundo.



Ya en mi primera película no solo estaba interesado en hacer una película para explicar matemáticas, sino también para explicar la conexión entre Arte y Matemáticas



G: Junto a tu investigación en matemáticas has trabajado también extensivamente la comunicación de las matemáticas. Has escrito libros divulgativos, dirigido películas, organizando conferencias y reuniones … ¿Cuándo empezó este interés por la comunicación de las matemáticas?

M: Quizá empezaría con mi padre, que fue un director italiano muy famoso. Murió hace dos años a la edad de 91 años, y fue muy reconocido por sus documentales sobre el arte de antes y después de la segunda guerra mundial. Por ejemplo, el que trataba sobre la figura de Pablo Picasso, de 1954. Este documental acompañó alrededor del mundo a una reciente exposición de Picasso. O también uno que desarrollaba la obra de Leonardo da Vinci, que obtuvo el León de Oro en el festival de Venecia. Hizo unas 12 o 13 películas. En los años 60 y 70 fue un director muy famoso. O sea, que mi casa estaba llena de libros sobre Cine o Arte. En este contexto, ya de pequeño me hice amigo de mucha gente relacionada con el cine, como Pasolini, Fellini, etc, y también muchos artistas. La relación con el arte fue muy normal para mí. De hecho, era un gran fan del cine. Incluso, a los 8 años, fui actor de una película con mi padre. Sin embargo, no estaba demasiado interesado en involucrarme profesionalmente en el cine. Solo más tarde, de casualidad, trabajando en el problema de las superficies mínimas, dos matemáticos de la Universidad de Princeton, Jean Taylor y Fred Almgren, contactaron conmigo para hacer una película, “Soap Bubbles”. Finalmente la hicimos en Princeton, pero ya en este primer caso no solo estaba interesado en hacer una película para explicar matemáticas, sino también para explicar la conexión entre Arte y Matemáticas. En la película trabajó Arnaldo Pomodoro, que sigue siendo uno de los más famosos escultores italianos. También hay una parte sobre el pabellón Buckminster Fuller en Montreal. El titulo general del proyecto fue Arte y Matemáticas, que también ha sido el título general de la serie para televisión que se ha emitido durante 15 años en Italia. Empecé a hacer películas, exposiciones, … Después de 25 años trabajando en ecuaciones diferenciales en derivadas parciales, durante los últimos 10 años mi trabajo en la universidad también incluye este aspecto cultural. Me encargo de conseguir subvenciones  de distintos comités de matemáticas. De forma que puedo conseguir dinero, por ejemplo con proyectos de 5 años, para desarrollar este tipo de actividades, fuera de lo que es una investigación pura. Se considera, pues, que este tipo de actividad también es interesante para un matemático.


G: Y, por ejemplo, ¿tienes alguna película que te guste en especial?

M: Bueno, te podría decir muchas de ellas. Una es la película sobre M.C. Escher. Hay una edición en español y catalán, porque he viajado a Barcelona y Madrid varias veces a presentar la película, y a discutir sobre ella. Me gusta mucho porque la hice con Roger Penrose y Donal Coxeter. Está llena de animaciones, se hizo en 35 mm y fue muy cara de producir. Se produjo con la televisión italiana y con otras instituciones de otros países. También la primera, “Soap Bubbles”, donde había algunas imágenes en movimiento sobre la estructura de las películas de jabón que son enormemente bellas y están muy bien realizadas. La película se mostró en la Bienal de Arte de Venecia, como objeto de arte. También «Flatland«, que se hizo toda en animación con objetos reales. Fue realmente difícil de hacer, nos llevó unos 8 años, fue muy cara y complicada.  Pero luego estuve muy orgulloso de ver la publicación de la nueva edición del libro en inglés y en italiano, hace dos años, que incluye la película también en inglés y en italiano, con la banda sonora original hecha por Ennio Morricone para la película.


G: Aparte de esta impresionante trayectoria en el cine, también he visto que eres el director de la revista Galileo. Si no estoy equivocado, en esta revista se difunden las investigaciones, pero con cierto toque social. ¿Puedes hablarnos sobre cómo surgió, por qué decidiste lanzar el proyecto, y cuál ha sido la progresión de la revista?

M: Realmente ya no soy el director, ahora soy presidente de honor. Si, la idea surgió sobre finales de los años 80 o principios de los 90. Éramos unas 36 personas, científicos y periodistas. Coincidió también con el inicio del Máster de periodismo científico SISSA, que es un importante instituto de física y matemáticas en Trieste. No estábamos completamente satisfechos con cómo se describía la ciencia en los periódicos italianos, por lo que decidimos fundar esta revista. Al principio fue un gran problema, porque fue una de las primeras revistas de este estilo y no había legislación o ley para ceñirse a cómo hacerlo. En Italia, cuando decides crear un periódico, tienes que diseñar el primer ejemplar, llevarlo a la autoridad y darles una copia. Pero, para una publicación on-line, ¿qué debíamos hacer? Lo que decidimos fue lanzar el primer ejemplar en papel, y seguir posteriormente en una versión on-line. Cuando empezamos no teníamos ni idea de que la revista continuaría 20 años más en su versión on-line. Actualmente tenemos secciones de noticias diarias, semanales, mensuales, en italiano y en inglés. Tenemos un pequeño despacho, con 5 o 7 periodistas contratados. La revista sobrevive por los anuncios y porque trabajamos para muchos periódicos. Galileo se ha hecho muy interesante e importante no solo en Italia, sino también en muchos otros países, y sigue siendo una aventura que continua, siempre diferente. Ya no estoy al cargo de la dirección de la revista, pero escribo alguna vez para Galileo. En los últimos 30 años he escrito en muchísimos periódicos italianos, en Sapere, cada dos meses escribo 3 artículos sobre matemáticas y cultura, también escribo en L´Unità, Il Manifesto, La Stampa. También fundamos una nueva revista italiana de cultura, Alfabeta2, donde no solo escribo sobre ciencia, sino también sobre cine, arte, … Creo que en total habré escrito más de 1000 artículos en los periódicos.


Decidí enseñar en la Facultad de Arquitectura, porque me resultaba interesante que sus estudiantes no solo estaban interesados en la Arquitectura, sino también en el Arte, el Diseño, la Geometría, …



G: Muy bien. Enlazamos perfectamente con la siguiente pregunta. Me gustaría saber cómo ves representada la ciencia en los medios. Por lo que me has dicho parece que en Italia hay mucha actividad en los medios de comunicación.

M: La verdad es que hace unos años hubo más interés. Había más revistas y periódicos. Ahora, en los últimos años es más difícil publicar. Incluso Sapere, que es una revista histórica dedicada a ciencia, podría llegar a cerrar debido a la crisis. Ha habido siempre una gran discusión, aunque parezca increíble, sobre si la Ciencia debe ir en la sección de Cultura o no. No sé si pasa lo mismo en España. Una de las principales razones por las que escribo en L´Unitá, es porque fue el primer periódico italiano con una página dedicada a la ciencia dentro de la sección de cultura. Mientras que en otras revistas, como por ejemplo La Stampa, tienes todas las semanas un día de ciencia. Claro, todo esto siempre depende de la dirección. Cuando llega un nuevo director surgen cambios, por lo que a veces tienes más ciencia, o menos como ahora. En la Stampa te indican que escribas 72 líneas, mientras que en L´Unitá, hasta hace 5 años que redujeron el tamaño de la revista, podías escribir incluso cuatro páginas. Por tanto: depende. Pero, en general se está reduciendo el espacio dedicado a la ciencia, porque se está reduciendo el espacio sobre cualquier tipo de noticia. Se está reduciendo en general el número de páginas de los periódicos. Hay 3 o 4 excepciones, los periódicos más importantes, Repubblica, Corriere della Sera, La Stampa, pero sobreviven porque con el periódico también venden libros, DVD, …


G: ¿Y en los medios audiovisuales?

M: Bueno, en la televisión hay algunos programas sobre ciencia, no demasiado interesantes como son los de la BBC. Normalmente en estos programas la Ciencia viene a significar medicina, volcanes, dinosaurios, astronomía,… Es bastante raro ver algo sobre matemáticas, por ejemplo. Hay un programa diario de la RAI que se puede encontrar en la web, que dura media hora y en el que se habla sobre Literatura, Filosofía, Ciencia, … sobre  los principales temas. Está dirigido hacia estudiantes de secundaria. Si vas a su web veràs que hay muchas cosas juntas. No parece que exista una línea general o una idea de por qué están allí. Han puesto algo sobre los romanos, algo sobre la Luna, …, parece que es un popurrí de cosas puestas juntas.


G: Bien, tengo la última pregunta de esta sección, que está relacionada con la didáctica en la enseñanza de las matemáticas. Digamos que lo que usualmente atrae más a los estudiantes de matemáticas en la enseñanza secundaria, o incluso en la universidad, son los aspectos algorítmicos. Las series de pasos específicos que llevan al resultado. Pero, ¿hasta qué punto esta visión de las matemáticas está relacionado con el trabajo diario del matemático?, y, ¿cómo se podría transmitir a los estudiantes que las matemáticas no es solo algoritmos?

M: He trabajado muchos años en la universidad de Venecia, pero hace 18 años que por razones personales tuve que dejar Venecia y me vine a Roma. Decidí venir para enseñar en la Facultad de Arquitectura, porque me resultaba interesante que sus estudiantes no solo estaban interesados en la Arquitectura, sino también en el Arte, el Diseño, la Geometría …  Por tanto, hace 8 años decidí enseñar un nuevo curso, que solo existe en Roma, que se llama Espacio y Forma. En Italia tenemos un primer grado de tres años, y luego un segundo grado de dos años, que se llama Laurea Magistrale. Empecé a dar clase de este curso Espacio y Forma para el último año de la Laurea Magistrale en Diseño. La idea del curso es hablar de Arte, de Arte Moderno, de Arquitectura moderna … pero no solo, también de Cine, Teatro, Literatura, y muchas otras cosas. Por supuesto, también la relación de todas estos campos con las Matemáticas. Es, por tanto, un curso donde el estudiante recibe sugerencias e ideas de cálculo, que después pueden desarrollar por su cuenta. Después de dos años, pregunté en el Magistrale de Matemáticas, en el campo de matemáticas puras, aplicadas y didáctica de las matemáticas, para ofrecer el mismo curso a sus estudiantes. De esta forma, los últimos 6 años he dado el curso tanto a  estudiantes de diseño como de matemáticas, juntos. Los exámenes son algo diferentes, porque, por ejemplo, los estudiantes de diseño al final del curso tienen que reproducir algún objeto creativo, que no lo tienen que hacer los estudiantes que vienen de matemáticas. Después de 8 años de experiencia en el curso, tengo que decir que estoy enormemente satisfecho. Normalmente se matriculan entre 70/80 estudiantes, lo cual es mucho para un curso de Magistrale, por lo que, en total, tendré más de 500 tesinas y diseños producidos por los estudiantes. Algunos de estos trabajos son realmente muy interesantes. Esta es mi idea de cómo se deben enseñar las matemáticas. No hacer un curso estrictamente relacionado con la didáctica, sino dar una idea de cómo las matemáticas forman parte de la cultura y como existen influencias recíprocas. Este curso forma parte del proyecto que empecé hace 15 años, Matemáticas y Cultura, en el que he publicado unos 20 libros en Springer, en MIT Press y coordino la conferencia anual en Venecia. Todo relacionado con la temática Espacio y Forma.


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